
Si quieres triunfar en tu primera cita, no hay nada como invitar a la chusqui a cenar, pedir ambos los dos una buena jarra de cerveza muy fría, y brindar con fuerza viril para partirla en sus morros. Las chusquis adoran que las duchen con birra espumosa (acaso no bailan alegres en sus concursos de camisetas mojadas) y si le rajas la cornea con un cristal, mejor, así podrá emular a Darryl Hannah en Kill Bill 2 por el resto de sus días.
Esto lo recomienda el genuíno FranRayo y si lo dice él es que es verdad.
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